miércoles, julio 07, 2010

Fuentes de alegría

Créanme o no, mi horrible instinto fatalista me hizo escribir esta cosilla el día que me regalaron mi gatito (Yue se llama, el gato más flojo y cariñoso que haya existido jamás). Es -creo- lo que sentí al verlo y pensar que, como ya sabemos muchos, la felicidad es de corta duración y que incluso lo que parece durar, acaba en cualquier momento. Comentarios y sugerencias serán bien recibidos :3

Malditas pequeñas y hermosas fuentes de esperanza: imposible ignorarlas, imposible no quererlas o no hacerse adicción de ellas. Frágiles, tiernas, ofrecen pequeñas y chispeantes dosis de felicidad como oasis en desierto desolado. Llegan a las almas que vagan sin rumbo, otorgándoles alegría sintética y desechable -para usarse mientras estén cerca- que luego se marchita cuando se van, dejando tras de sí charquitos de dulce melancolía y lágrimas de papel. Aún es un misterio el cómo evitarlas.