miércoles, julio 07, 2010

Fuentes de alegría

Créanme o no, mi horrible instinto fatalista me hizo escribir esta cosilla el día que me regalaron mi gatito (Yue se llama, el gato más flojo y cariñoso que haya existido jamás). Es -creo- lo que sentí al verlo y pensar que, como ya sabemos muchos, la felicidad es de corta duración y que incluso lo que parece durar, acaba en cualquier momento. Comentarios y sugerencias serán bien recibidos :3

Malditas pequeñas y hermosas fuentes de esperanza: imposible ignorarlas, imposible no quererlas o no hacerse adicción de ellas. Frágiles, tiernas, ofrecen pequeñas y chispeantes dosis de felicidad como oasis en desierto desolado. Llegan a las almas que vagan sin rumbo, otorgándoles alegría sintética y desechable -para usarse mientras estén cerca- que luego se marchita cuando se van, dejando tras de sí charquitos de dulce melancolía y lágrimas de papel. Aún es un misterio el cómo evitarlas.

viernes, junio 25, 2010

Noche de insomnio...

Este fue escrito el 22 de Enero de este año, como a las casi 4 de la madrugada, la hora en que más escribo. Es algo así como una ennumeración caótica de metáforas inspiradas en cosas que ví, oí, sentí, pensé o soñé por esos días. Opiniones, por favor :3


Noche de insomnio, amargo desvelo, un reflejo sin rostro,  un delirio roto, una lágrima prófuga. La melodía recordada de la tristeza añorada; un sueño encontrado, un  destello acabado. Presagios inciertos, minutos muertos, vacíos abiertos; sonrisas de luz, retazos de vidas, cerradas salidas. El dulce  deseo de etéreos momentos. Pálido encuentro, tangible recuerdo, una brisa de hielo: suspiros eternos, contrastes de invierno. Fantasmas ausentes, miradas inertes. Páginas blancas, dolorosas marcas, extraños tejidos; la hermosa visión de una voz sin color. Sonidos ausentes, perfumes presentes, los suaves arrullos en horas de Luna. Cielos inquietos, espacios repletos, lagunas oscuras, pozos de fuego, incansable juego. Canciones oníricas, mariposas anímicas. El translúcido amanecer de un Sol distante, camino errante, escondite seguro, vientos sin apuro. Volátil amor a palabras inestables: veneno, poción, embrujo de ojos, lenta destrucción. Sensación falsa, estrella caída, red destruida, paz corrompida. Y un ultimo vistazo al inicio del día; el fin de una cordura cae a la inconciencia.

NellySa

jueves, junio 10, 2010

Estuve a punto de flaquear..

Uno chiquito, obviamente inspirado en alguien a quien aprecio, que hace poco tuvo que pasar un momento sumamente difícil. Creo que algunos adivinarán en qué situación fue..


Estuve a punto de flaquear. Tenía ganas de hacerte pequeñito y arrullarte entre mis brazos hasta que durmieses tranquilamente sin pensar en nada. De hacerte aún más pequeñito y guardarte en un rincón seguro de mi corazón para protegerte de todo aquello que aún te esperaba. Y es que por más fuerte que te veía, tus ojos me confiaron tu secreto: te dolía. Y es de lo más lógico y razonable, tanto como mis ganas de no soltarte tras abrazarte, sólo para saber que seguías respirando; mis ganas de no soltar tu mano solo por recordarte que seguía a tu lado; mis ganas de alejarte de aquello y hacerte reír para olvidar; mis ganas de ser de tu tamaño y tú del mío para que fueses tu el que sintiese la protección de alguien grande. Pero nada de eso pude y tal vez fue lo mejor: no fui la única con esas intenciones. Y perdona si subestimo tu fortaleza, si fui fría en apariencia, si en realidad mi presencia ahí no era necesaria o deseada. Pero es que se dolor en tus ojos me mataba, me acuchillaba el alma, me dolía a mí también. Y, como otros, no supe reaccionar, no supe qué hacer para demostrarte mi apoyo. Sólo hice lo de siempre: fingir demencia al pretender que era fuerte, por miedo a ser el aire que derribase el frágil castillo de naipes.


[Te Quiero~]

jueves, junio 03, 2010

Necesidad~ Para guardar el alma...

Y entonces comienza..

¿Por qué?

Supongo que por esa inútil idea de que tiene que salir de algún modo, de que no puede quedarse guardado sólo para mí, no porque sea maravilloso y la gente tenga que verlo, sino porque tengo la necesidad de saber si alguien podría entender. 

Sí, es una necesidad superficial, tonta, vacía y sin sentido.
¿Y qué mas dá? muchas cosas son así y a nadie le importa. Simplemente debo dejar de pensar tanto. [Si tan sólo fuese tan fácil como decirlo~]

Bien, la cosa está así: publicaré lo que he estado escribiendo porque tengo la inútil necesidad de hacerlo. Y en verdad me gustaría que esto fuese leído. Y en verdad me gustaría que me dijeran qué opinan. ¿Vanidad? No, es otro tipo de sentimiento, que no tengo ganas siquiera de interpretar. Así que, lo primero:

~Para guardar el alma

Escrito el 4 de mayo de este año, en la madrugada como casi todo lo que escribo. Surgido de no estoy segura dónde, probablemente de la reciente creencia de que no todo lo que se hace debería causar un sentimiento, para evitar eso de los dolores interiores molestos :3 


Algunas veces, es necesario hacer el alma chiquitita y minúscula: comprimirla infinitesimalmente y esconderla en un rincón oscuro y seco, alejada de la conciencia, el pensamiento o la razón, e incluso el corazón, del que está adherida fuertemente. Para evitar problemas y dolores, para cumplir caprichos y matar amores, para volar alto y ligero, o tal vez para pasar el tiempo: cualquier excusa es buena, válida y confiable.

Para comenzar, hay que prepararla bien: sacarle el relleno sentimental y jugoso, exprimirle toda gota de ilusión y secarla al sol por tres días. En ese tiempo es recomendable abstenerse de risas, llantos, alegrías exageradas o infelicidades profundas, ya que pueden hacer que se llene de nuevo.

Una vez seca, se procede a doblarla: primero por mitad, haciendo coincidir sus bordes difusos y brillantes, alisando con los dedos la suave superficie, deshaciendo cualquier arruga de dolor o pliegue de placer que se encuentre. El proceso debe repetirse hasta obtener sólo un destello de polvo que quepa entre dos dedos.

Ahora, ya lista y con el tamaño adecuado, hay que buscarle el lugar adecuado, profundo dentro de uno mismo: se puede elegir entre un vacío y olvidado corazón o una confundida y superflua mente. Preferiblemente se elije el que sea menos usado, para evitar tropezar con ella en el fatigante quehacer diario de esos lugares.

Por último, solo resta hacerse un recordatorio invisible (porque, ¿quién sabe?, tal vez algún día se necesite para algo) y guardarlo en el cajón de siempre, sólo por precaución, para no olvidar que el alma sigue ahí, resguardada tranquilamente y a salvo de la vida.